¿ Y QUÉ PASÓ CON LA SUBIDA AL CERRO DE MOSERRATE?

¿ Y QUÉ PASÓ CON LA SUBIDA AL CERRO DE MOSERRATE?

 Hace ya un buen tiempo, diría mejor, un largo tiempo que los bogotanos "fieles e infieles" transeúntes del Cerro De  Monserrate nos hemos visto privados de ése placentero sufrimiento que castigaba nuestras piernas y aceleraba la respiración y los látidos del corazón. La razón nada tiene que ver con el que nos hallamos cansado de tan vigoroso esfuerzo ni porque la inseguridad en dicho santuario se haya incrementado ni tampoco porque nuestro colesterol no haya mostrado signos de mejoría o desaparición. El motivo o circunstancia como bien podrían decir muchos "ha sido culpa de la inestabilidad"; de cuál inestabilidad se preguntarán ustedes, ante lo cual me atrevo a responder disculpen pero no es "inestabilidad" es "irresponsabilidad" y quien sabe si cierto interés en que nosotros los fieles-infieles usemos y paguemos teleférico o funicular.¡ Vaya uno a saber dijo don Gregorio!. Que la obra duraba unos meses, que para Semana Santa se abría el paso -claro que no dijeron cuál Semana Santa-, que para esa fecha tampoco, que ya estaba terminada -pero que aún no se daba paso- y así sucesivamente la dilatación del tiempo se ha impuesto sobre el deseo de recrear los ojos con un paisaje diferente en el que degustábamos el aire frío y una cercanía real de las estrellas pues estas, ya no estaban tan cultas por la contaminación.

Podríamos entonces hablar de varios irresponsables dentro del los que tenemos al DPAE, LA CURIA y no se nos puede escapar la administración distrital. El DPAE dice que la curia no ha refaccionado o recuperado cerca de 800 metro que no pertenencen al Distrito sino al ente religioso y la curia según algunos dice que en estos momentos no tiene el dinero para hacerlo pero que dentro de poco lo tendrá. En fin, el culpable final ante el descuido de la administración va a terminar siendo la curia, por lo que debemos  preguntarnos: ¿realmente los 800 metros sí pertenecen a la curia y lo segundo 2.000 millones de pesos no alcanzaron para cobijar ese "pedazo" de tierra mediante acuerdo de pago con la curia por la parte que le corresponde?.

Quién es más negligente el distrito por muchos años de abandono de los otros dos mil y punta de metros o la curia por el mantenimiento parcial de esos 800 metros. Ahora, más allá de las negligencias, los grandes preocupados y perjudicados somos nosotros los fieles-infieles, los deportistas, los borrachitos promeseros, los amigos que no son novios pero que esperan serlo gracias a la "subidita" -no a la que ustedes se imaginan- los vendedores que se encontraban a la vera del camino ofreciendo el "aguita" o mejor las aguitas, la natural y la etilica, los muleros que transportaban los petacos de cerveza y los viveres y artículos para la venta en los intermedios o en la punta misma del cerro, los que viven del parqueo de carros en la base del santuario, las arcas del templo, los turistas que se perdieron esa partecita a la que llamamos sufrimiento rompepiernas pues no es lo mismo subir en la comodidad de transporte ofrecido que en dos paticas, aunque a veces pareciera que en cuatro -de lo mamados- y finalmente los ladrones que tendrán que ingeniarse nuevos sistemas para "colgar" a algún desprevenido.

Ahora nombremos a los beneficiados; los que contaminan la ciudad con el humo de sus carros y sus industrias, pues ya desde el cerro no tendrán quien les eche la madre por la nube negra que se extiende sobre la ciudad, o por lo menos ya seran menos madrazos.

El sendero y sus alrededores pues dejaran de albergar en sus lechos no solamente plásticos y basuras sino también cuerpos semidesnudos haciendo "cositas" ocultos dentro de los matorrales. Las mulas y muleros quienes discurriran por aquellos senderos de manera tranquila sin pensar en que uno de los animales pueda tumbar o morder a uno de los asiduos visitantes. Las novias flojas para el deporte y amantes de la gimnasia pasiva pues el novio de turno tendrá que arreglárselas para pagar transporte para dos, lo que tal vez antes se invertía en tamal con chocolate. Pero sin duda los grandes triunfadores son los que explotan los sitemas de transporte llámense funicular o teleférico, pues sus rondas se harán más frecuentes y sus ingresos también.

Y finalmente uno que podríamos llamar ganador-perdedor el sitio aquel en donde los que no podía contener los desechos de su cuerpo usufructuaban del lugar como un gran cagadero y miadero bajo el gocé del poder cumplir con aquel acto que es casi un rito, sin importar el tamaño del lunar dejado sobre el pastal ni el rayón por meterse dentro de ese zarzal.