HASTA QUE SE COMIERON LOS 98 MIL MILLONES DE PESOS

HASTA QUE SE COMIERON LOS 98 MIL MILLONES DE PESOS

 Al fin se terminó el calvario de las elecciones que nos tuvieron en vilo y hastío durante un año. Sí, así es, no fueron dos meses ni tres, pues existe la precampaña, la campaña, los debates, la primera vuelta, la segunda vuelta. Precisamente está última en donde los colombianos ultrajados por la absurda propuesta nos dábamos el gusto de despilfarrar 98 mil millones de pesos aproximadamente, mientras que tantos hambrientos y desarrapados andan por nuestras calles esperando o mendigando un trozo de pan. Esa es la sombra de la que hablaremos en el día de hoy y de la cual tenemos directos culpables empezando por el "honorable" gobernador de Santander el señor - si así se le puede llamar- Horacio Serpa que al igual que su bigote y sus vanos intentos por alcanzar la presidencia dejó plasmada la funesta huella del desperdicio, desperdicio por el que tendremos que pagar y que puede estar valorado más o menos por tres mil doscientos pesos cada votico. En otras palabras nos perjudican, malgastan y fuera de eso les tenemos que pagar la fechoría - porque a esto no se le puede llamar de otra manera-. O, cómo llamar al hecho de que en una primera vuelta con una diferencia abismal de tres millones de votos una "mano" de ilusos y locos pretendían superar de la noche a la mañana en tan solo dos semanas, mejor dicho hacer en dos semanas lo que no habían hecho en once meses y medio. La payasada está allí, manifestándose con su risa irónica mientras nosotros rogábamos por un retiro honroso de tan desinformado candidato. Para ellos no significa nada la cantidad de votos impresos que no se gastaron y que hoy día yacen hecho cenizas o arrumados en cualquier bodega esperando su destrucción. A ellos no les importa que los que llevaron todo el peso del trabajo tan solo percibieran como ingreso algo más del mínimo mientras los haraganes de corbata se lucraban no solamente con su inmerecido sueldo sino con los dineros bajo cuerda que se dieron la maña de hurtar.

Lo triste es que esta realidad ya se preveía y era también una muerte anunciada de la que no pudimos escapar. 9 millones de votos en contra de algo más de 3 y medio millones de votos. La trilla lo dice todo, acaso se necesitan más palabras para decirle a los gobiernos venideros que se hace necesaria una reforma para que todo vuelva a definirse en una sola y única vuelta pues la experiencia nos ha demostrado que aquellos que pierden en la primarias no tienen manera de resarcir todo lo perdido. No se trata de que nos salgan ahora con el "cuentico" de que vamos a hacerle unas reformas, pues lo que se necesita es la anulación total de esa segunda vuelta, a nosotros no nos importa si los grupos interesados en transmitir los datos y organizar las elecciones se quedan sin sus ingresos tan apetecidos, así como tampoco nos importa si los dueños de las imprentas de las cuales hacía parte uno de los candidatos se quedan sin ese pequeño trabajo sobrevalorado para que el "machetazo" sea mucho más cruel.

La sombra tenebrosa del desperdicio nos llevó una vez más a las urnas, no porque quisiéramos, sino porque es la única manera de sostener una democracia, en un país en donde la izquierda no es querida ni apetecida, más, después de conocer las últimas alcaldías en cabeza del mal denominado partido "polo Democrático", que efectivamente parece ser un "polo" por su falta de eficacia y por enfriar aún más la capital colombiana con sus pésimas decisiones y despilfarros.