Las petradas de Petro.

Las petradas de Petro.

Desde el próximo 11 de marzo del 2018 se dará inicio a una de las contiendas más lánguidas de la historia. Razones innumerables matizan el nombramiento de los "honorables" representantes tanto a la cámara como al senado. Sin duda alguna, estas elecciones parlamentarias serán el abreboca a una más importante, a la presidencial. Es un desafío que los partidos y sus candidatos se preparan a afrontar con posiciones que van desde las más radicales hasta las de aquellos que no saben si están en el infierno, el purgatorio o el cielo.

Parte de la polarización y novedad en estas nuevas justas presidenciales radica en las conformidades e inconformidades que resultaron del que podríamos llamar desde ya, un mal acuerdo de paz. Para la trifulca electoral contendores recurren a sus más variadas formas de captar votantes, desde el populista, coparticipe del neopopulismo chavista, el señor Petro, hasta el radical calificado como dogmático, Alejandro Ordoñez y en el medio de estos dos polos, German Vargas Lleras, Martha Lucía Ramírez e Iván Duque.

Las urnas dictarán su sentencia, las encuestas como siempre inflan y desinflan a su gusto; no porque la gente no opine, sino porque los encuestadores se convirtieron en los profetas que no le aciertan a una sola profecía, gracias a la manipulación de los datos ingresados. Es su juego, y por ello les pagan. Dentro de los inflados está Gustavo Petro, que mediante sus propuestas populistas -las mismas que aconsejó en el 2003 a su compadre Chávez- redistribuir tierras, incrementar los impuestos a los latifundistas, que según su teoría económica son todos aquellos que posean más de 1.000 hectáreas, sin importarle si son tierras incultas, áridas, ganaderas o fincas de descanso. 

Su discurso sin duda alguna es la expresión de aquel que quiere emular a Gaitán, él, que dice reivindicar las ideas libertadoras y los derechos del hombre tan defendidos por Antonio Nariño, fue, una de las sombras causantes de aquella masacre del palacio de justicia como se constata a través de las entrevistas dadas a los medios. Se quiera o no reconocer, él, fue uno de los autores intelectuales de la toma en compañía de esos otros que aún permanecen en la sombra y de los que jamás se habla, pero que sin duda están agazapados para dar un nuevo salto hacia el poder. Para los dueños de la justicia los únicos culpables y condenados están por los lados del ejército, ya sabemos cuáles son sus nombres. Pero, y por los lados de la policía, y por los lados del gobierno y por los lados de los narcotraficantes y por los lados del M-19?. Y aquí cabe mencionar la mentira dicha por Petro quien mencionaba a Alfonso Plazas como uno de sus torturadores, cuando era sabido que Plazas estaba en España. Acaso ese operativo criminal fue diseñado desde las toldas del narcotráfico que en jugada maestra le pagó a unos y a otros para que se matarán entre sí.? Inocentes y culpables murieron en esta tormenta en contra de la justicia. Cuantos fueron asesinados por los guerrilleros, cuántos por los militares, eso no lo sabemos, pero lo que sí es real es que únicamente las autoridades legítimas son las únicas que han sido juzgadas y condenadas. ¿Muy similar a lo que sucede hoy día, cierto? Efectivamente, varios salieron vivos y luego aparecieron como muertos; quién los torturó, quién los mató. Lo real es que los que ingresaron para tomarse el palacio de justicia no llevaban buenas intenciones, basta con conocer la cantidad de material bélico incautado. Sucedió lo que alguna vez Jacobo Arenas dijo, "algunos jóvenes guerrilleros creen que la revolución se gana de un día para otro." Eso pasó con el M-19, creyó ganar la revolución con la toma del palacio y ganó lo merecido, la muerte. Ahí, se acabaron las amnistías y los indultos para ellos. Es concluyente pensar, que nada de esto hubiera sucedido si no hay toma, y desde esa perspectiva hay un solo culpable el M-19. Los secretos tal vez un día salgan a la luz, pero mientras tanto los colombianos seguimos a expensas de que un guerrillero, acogido nuevamente por la patria, que le perdona su rebeldía, quiera esta vez asaltar la democracia para convertirla a su acomodo, con un modelo económico que él considera el apropiado y que tiene los mismos matices de la ideología chavista.

Su populismo es evidente más impuestos para los ricos, tierra para los pobres. Es la misma postura de su raíz, es decir, las Farc, que a su vez tiene la misma postura comunista. Lo realmente curioso de esta postura es que mientras el ve con "buenos ojos" la posición de aquellos que apoyan el incremento del predial que a su vez incrementa el valor de la propiedad en las zonas urbanas, él, Petro, cual dictador, propone que a los latifundistas se le incremente el predial al tope, pero que contrario a lo que sucede en las áreas urbanas, estos no vean beneficios con el aumento del valor de sus tierras. Ahora bien, amigo petrista, si esa política se aplicara en Bogotá, cuáles serían sus consecuencias. Si por ahí comienza la democracia petrista, no me imagino que será su dictadura.

A manera de ejemplo vale la pena pensar; qué pasará con aquel latifundista, que dona 1 o 100 hectáreas de su propiedad y deja de tener 1000 para tener 999 o 900. ¿No será sometido al impuesto?  si no cultiva será objeto de otro impuesto? ¿será expropiado? Qué pasará con aquel latifundista que opta por industrializar su predio sin generar el empleo que daría la redistribución de tierras. ¿Será cobijado con nuevos impuestos? ¿Será expropiado? ¿Qué tipo de incentivo tributario tendrá quien genere industrialización, pero no empleo en la proporción requerida? Serán los campesinos los beneficiados o más bien, los testaferros farianos o guerrilleros, que tendrán la tierra prometida pero controlada por la cúpula...recuerden “controlar la tierra es controlar el poder”. Petro traza la misma estrategia fariana, atomizar la tierra para redistribuirla, en donde el único señor y dueño detrás de bambalinas siempre será el grupo guerrillero, el estado será una máscara, un plan perfecto que buscan armonizar con las 16 circunscripciones especiales para “la victimas” y que hoy día siguen mirando de qué manera las establecen. Lo que plantea Petro no es al azar, es una estrategia definida y planeada desde hace años, y que hoy ve facilitado su camino gracias a que en la presidencia existe un traidor de la patria y de los intereses democráticos.

Este populismo petrista deja muchos vacíos, vacíos por los que sus seguidores ni siquiera se atreven a preguntar, vacíos, que no les interesa averiguar. Es la típica falacia que disfrazada quita lo ajeno para regalarlo y así mostrarse como paladina de la justicia. 

Y aquí se debe recordar la enseñanza de la filosofía marxista expuesta por Jacobo Arenas ideólogo de las Farc en dos sentidos, la primera, las Farc son las fundadoras del M-19 en las áreas urbanas, es decir, existe un nexo ideológico como se puede ver en ese principio “fetal” del aumento de impuestos a los ricos que luego “nacerá” como expropiación. La segunda, las Farc y todos sus grupos conexos incluyendo al M-19 y sus miembros, manejan la misma filosofía, es decir, la filosofía “de que quien posee la tierra, posee el poder” y esta realidad está sustentada en el mismo Jacobo Arenas y en el mismo Manuel Marulanda quienes reconocen, que, en la redistribución de la tierra, ellos serán sus permanentes veedores, para que estas tierras productivas en manos de "campesinos" no se conviertan en herramientas de financiamiento de nuevas formas de "revolución". Mejor dicho, ellos no están seguros de que su visión económica triunfe, pero eso sí, se aseguran de que nadie se oponga.

Y cómo confiar en una redistribución de las tierras si los campesinos han sido desplazados por la violencia de aquellos que hoy dicen defenderlos del latifundio. El asunto no fue solamente del estado y los paramilitares, la incidencia guerrillera es real y verificable. Su ideología no se identifica con el dolor humano, mira el interés político, que a su vez es un interés particular. Cómo entender esto; Así el campesino trabaje y viva en su espacio en el límite de sus posibilidades, se hace necesario hostigarlo, sacarlo de su terruño para crear un ambiente eficaz que ayude a generar un clima de inconformidad para que, de manera indirecta, y a través de esa inconformidad se potencie su ideología –la marxista- y su objetivo que no es otro que el poder. El pueblo no importa, el pueblo es simplemente el vehículo para llegar al poder. El pueblo no importa, alcanzado el objetivo se concentrará la tierra en un nuevo dueño, y ese nuevo dueño no será el campesino, será el movimiento guerrillero que tendrá como máscara al campesino al que “le dio” la tierra.

El neopopulismo como bien lo definió el hoy candidato en el 2003, es eso, una cara diferente a través de personajes como Petro, que promete resarcir y corregir todo aquello que está mal hecho, -en donde él mismo hace parte de ese mal-, al ser uno de los artífices en las sombras de esas ideologías. En palabras más coloquiales se puede describir como aquel que te manda a pegar y después se muestra como tu defensor sin hacerle daño al que te agredió. En el palacio de justicia Petro –preso en ese momento-y la verdadera cúpula del M-19 estuvo en la sombra, las caras visibles fueron Fayad, Otero y otros; hoy, Petro se hace visible pero la cúpula del M-19 los de cuellos blanco, como los cuello blanco de las Farc, siguen tejiendo los hilos para ver si alcanzan lo dicho por Tirofijo en su momento, “el poder lo alcanzaremos cuando hallamos generado tanta inconformidad en las masas, que no los deje pensar sino actuar de acuerdo a la ideología fariana”. Para allá vamos...Colombia....pero aún estamos a tiempo