De qué debate se estará hablando, pues lo visto ahora no ha sido sino una parafernalia de... usted tiene defectos pero yo no, usted dijo... pero yo no...usted hizo pero yo no....usted va a acabar pero yo no...yo si soy, pero usted no.....; a esto se le puede llamar debate? yo creo que no; en este sentido habría que aprenderle al señor Vargas LLeras quién en la mayoría de sus intervenciones se limitaba a exponer un plan de gobierno, que en el papel era el más completo, pero el resto de candidatos tan solo se dedicaron a mirar la paja en el ojo ajeno y no en el propio. Señores periodistas y dueños de los medios de comunicación, su afán no es otro que el mantener un rating y de paso tener elevados ingresos gracias aquellos que pautan en tales eventos. Lo que menos les importa es el interés general ni la información real sobre los planes de gobierno, así como tampoco les interesa quien pueda ser el próximo presidente, pues sus intereses ocultos, tan ocultos como su conciencia y su descendencia se acomodaran a las nuevas circunstancias, sin importar si se llama Mockus o Santos, la diferencia únicamente estará marcada por unos insignificantes pesos que para ellos tan solo serán migajas de las que pueden prescindir, pues en este o en el próximo gobierno lo recuperaran con creces.
Nosotros tantas veces como idiotas útiles le seguimos el jueguito ha sabiendas de que somos los grandes perdedores de sus "grandes debates", "grandes" porque 30 o más millones de esperanzados gastan sus ojos y sus oídos,oyendo "promesas", las que no verán o mejor no veremos y seguiremos creyendo en ellos ha sabiendas de que las promesas de trabajo se disiparan el mismo 8 de agosto, y las ideas de paz combatiendo con girasoles serán confirmadas como la gran idiotez de está campaña.
El nombre para estos "grandes debates" debería cambiarse por el de "grandes chismes", o mejor, crear una nueva versión "sweet" igual de mediocre a la versión original. Nuevamente se ratifica que nosotros de ser guiados por los debates o las encuestas infladas y deformadas jamás elegiríamos a ninguno pues la mediocridad y la bajeza se hacen evidentes; no porque los debatientes no lo capten o no lo sepan sino porque a ellos les conviene,pues, mientras más desinformación, más fácil será mantener el gobierno.
Efectivamente nosotros no elegiremos las ideas ni los planes de gobierno elegiremos el menos chismoso, el menos iluso, el "más realista". No elegiremos al que tiene parkinson o al que tiene ojeras, al que tiene barba o al que no la tiene, elegiremos al azar basados en nuestro "profundo" análisis y "nutridos" por tan "grandes discusiones" sobre lo que es importante para nosotros y por ende para nuestro país.
Si las x o las marcas en los tarjetones se transmitieran a los rostros de los candidatos, comprenderían que no votamos por un rostro conocido sino por un desfigurado, si nuestra x o la marca que colocamos sobre el tarjetón cambiara las almas de estos seres seríamos gobernados por un santo o ...¿por un demonio?...